En la eucaristía en acción de gracias por Hommod


Sant Jeroni de la Murtra, 19 de gener de 2020

Hem proclamat un fragment del capítol primer de l’evangeli de sant Joan, un capítol en el qual l’evangelista sabia que la cronologia, el dia a dia ordenat, era molt important, perquè pel mateix evangelista eren els dies de que Jesús el va cridar, en una hora precisa, les quatre de la tarda. Era, diríem, el temps fundacional del projecte de Jesús. Després al quart evangeli els esdeveniments ja no seguiran un ordre cronològic, si no teològic.

“Mireu l’anyell de Déu”, és l’expressió que usa Joan Baptista, per indicar és ell i no jo.  I és que en el segle primer hi havia encara una secta que creien en Joan i no en Jesús. I Joan deia: no, no, mireu-lo a ell... però l’important és que és un mirar que és també un deixar-se mirar.

Hoy Señor nos miras y ves que estamos consternados y tristes por la muerte de nuestro hermano Hommod que llegó a nuestra vida en abril de 2012. Han sido casi 8 años de convivencia cotidiana aquí en la Murtra, haciendo excepción de algún periodo que vivió fuera. Hommod era muy peculiar, ya lo sabéis, pero había muchas personas que le queríamos, así como era. Si ibas con él por la calle, era inevitable que se detuviesen a saludarle. Muchas de sus amigos estáis hoy aquí, al lado de su hermano Ahmed du Bamba. Y muchas otras personas nos han hecho llegar su condolencia y su afecto. También los murtranos que están esparcidos por el mundo.

Precisamente hoy que el evangelio nos habla de Juan Bautista -el hombre del desierto, la palabra que clama- recordamos que Hommod nació en algún punto del desierto, hijo de un cuidador de camellos, no sabía exactamente cuándo ni en qué lugar. Ha sido un nómada, una persona itinerante, era difícil que encajase en esquema, era rebelde ante las normas… Su paso por Cuba durante quince años, le dio esta alegría de vivir. Aquello que es realmente eficaz para transformar las personas es el amor, es la experiencia de sentirse amados.  A Hommod le gustaba la fiesta y la danza. Y su voz reclamando justicia, era la voz del profeta del desierto…

Al lado de Hommod hemos estado estos años consagrados, profesionales y voluntarios. Hemos intentado ayudarle, pero no siempre lo hemos conseguido. Porque Hommod nos ha llevado al límite, de nuestra paciencia, de nuestras capacidades y de nuestros recursos… Llegar al límite es cansado, pero también nos educa, porque al fin y al cabo todos somos limitados, no somos dioses, y en el límite brilla el misterio de Dios. Y también hemos asistido al proceso de su crecimiento, de su ir aceptando la necesidad de hacer papeles, de regularizar su situación…

En estos días, Hommod presentía de alguna manera su muerte. Él que era un hombre tan vital. Así le recordaremos, lleno de vida. Cuidando amorosamente las plantas del claustro alto.  Cuidando el caballo de Nicola, que por poco se le lleva un dedo… Preparando cous-cous y haciendo la ceremonia del té con tanta destreza como rapidez. Bailando en la Romería del Rincón del Arte, brindando…Hommod era una persona cercana a los ancianos y a los niños, a quienes trataba con respeto y delicadeza. Pero presentía su muerte cercana, tal vez por qué no veía el horizonte claro. Dios sabe.

La madre de Dolors Clotas al saber la noticia de la muerte le preguntó a su hija: ¿y cuando ha muerto? Y al responderle que en viernes, dijo: "ah, así se ha ido derecho hacia el Cielo." Y es que para los cristianos el viernes es el día de la muerte de Jesucristo, pero también para los musulmanes el viernes es un día muy importante. Es más importante y beneficioso que cualquier otro día de la semana. Es el día en que los musulmanes se reúnen para rezar en congregación. Justo antes de la oración, escuchan un sermón elaborado para brindarles un conocimiento valioso sobre Dios y la religión del Islam. Es un día bendito que ha sido designado como tal por Dios Todopoderoso. Ningún otro día de la semana comparte sus virtudes.

Quiero subrayar la generosidad de la asociación de emigrantes saharauis, de todos los que residen aquí, incluso de los saharauis del resto de España, que harán aportaciones para cubrir los gastos de repatriarlo.  Pero toda la preparación del cadáver hemos de realizarla nosotros, por tanto dedicaremos la colecta de la misa de hoy para este fin. Tanto para la celebración como para el traslado. Gracias por vuestra generosidad!

Gracias Hommod por haberte dejado querer, por habernos dado la ocasión de servir a Cristo pobre y flagelado, en tu persona. Por todos tus actos de servicio cotidiano aquí. Por tu honradez.  Y gracias también a todos los que de tantos modos habéis velado por él. Los amigos de Santa Coloma, los hermanos murtranos, Abel y el taller ocupacional de sant Isidre, Josep Anton Caubet, Mercè Garcia y Roca i Pi, Montse García y Càritas Diocesana, salvador Martínez y Càritas de Santa María, Càritas de la agrupació parroquial de Sant Francesc y Montserrat Illa, el Rincón del Arte y de la Música. Y antes los que visitasteis los campamentos de refugiados, Iñaki, Judit, el hijo de Loli…y le conocíais de tantos años.

En la nostra cultura occidental, racionalista, estem més acostumats a mirar que a deixar-nos mirar. Mirem un quadre, un paisatge, una persona, escrutem amb la mirada, som nosaltres els protagonistes, som nosaltres els que mirem.  Però  ens sol inquietar o molestar que algú ens miri fixament o de reüll. A l’Orient,  és més important deixar-se mirar que mirar. Així  aquí mirem un quadre, els orientals es deixen mirar per una icona. Les icones són pintades per deixar-se mirar.  Per tant, “mirar l’anyell de Déu” implica deixar-se mirar per Déu mateix, deixar-se estimar per Déu. És el lema del Papa Francesc: miserando atque eligendo,  que vol dir, el va mirar amb misericòrdia i el va elegir. El Senyor, per mitjà de tots vosaltres, va mirar amb misericòrdia el Hommod

Hommod, no sabemos si tu deseo era volver algún día a tu país pero, mira por donde, tu cuerpo ahora ya está de regreso hacia él. Sea como fuere tu alma vivirá siempre entre nosotros, en este claustro y en este jardín que tú cuidabas y que se debe parecer un poco al paraíso en que creen también tus hermanos musulmanes. Sí según la creencia musulmana, todo lo que uno puede desear se encontrará allí, que hayas encontrado todo lo de bueno que deseabas. inshallah, ojalá, amen.

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